Los artículos promocionales, diseño, comunicación e identidad de marca









La experiencia

Corría el año de 1997 y la estación 98.5 comenzó a emitir desde la cabina de Mayorazgo #83 (IMER) con un éxito rotundo. Rock, Jazz, Metal, Flamenco, Hip-Hop, géneros que no tenían cabida en esos años comenzaron a volverse populares. La estación de radio y sus locutores eran de culto para los que éramos jóvenes (perdonen la lagrimita de nostalgia). Con la popularidad de la estación empezaron a llegar los objetos promocionales, por ejemplo, tarjetas de regalo, playeras, cilindros, pulseras, gorras, llaveros, CD´s y recuerdos de presentaciones (posters).

Los artículos promocionales reforzaron a la estación y dejaron una memoria en el recuerdo de aquellos que nos moríamos por conseguirlos. En mi caso, una tarjeta con descuentos especiales para los conciertos color gris con su logo naranja fue lo que me quedó de perseguir una camioneta hasta obtenerla.

Las promociones

Un artículo promocional no es sólo un regalo, es un extra que tu marca va a necesitar, un artículo que obsequiado en el momento indicado deja memoria en tu comprador, en tu usuario, en tu cliente potencial. La función primordial de estos artículos es que los usuarios o potenciales clientes recuerden a tu marca. Claro, sin olvidar que antes debes enamorarlos.

Ejemplos

En México no conocemos con exactitud cuando iniciaron las promociones, pero políticamente tenemos una gran lista de ejemplos. Durante campañas, los partidos políticos regalan impermeables, plumas, gorras, bolsas, playeras, chamarras, televisiones, un sinfín de artículos. Es una de las estrategias de venta más bonitas y más usadas por este sector; sin embargo, en el caso de la política esos artículos son desechables, es decir, las personas no los atesoran como regalos valiosos, sino como algo que puede utilizarse y desecharse.

En cambio podemos escribir sobre los pepsilindros unos vasos increíbles que estaban decorados con los personajes de los Looney Toons En 1993 Pepsi le entró a los artículos promocionales, no es que antes no lo hubiera hecho pero en ese año juntar las tapitas y cambiarlas para juntar la colección de pepsi vasos era la tarea para cualquier papá o niño. La marca logró visibilizar sus refrescos y su competencia tuvo que hacer lo mismo, aunque sin el éxito de Pepsi.

Entonces, tú de qué lado estas ¿De los promocionales políticos desechables y fastidiosos? ¿O del lado de Pepsi?

Nos leemos la próxima semana
Irais Morales
Social Media Promotwist



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