Muchos fenómenos están sucediendo alrededor del mundo, el
Home Office como lo escribimos en la entrada anterior es uno de los cambios más
importantes que están generando las empresas, la recesión económica entre otras
“catástrofes” apocalípticas que los opinólogos dicen que ocurrirán.
Dentro de redes sociales también se están generando
dinámicas interesantes, unas muy valiosas y otras no tanto, por desgracia no
faltan los que quieren figurar. Siempre están los que quieren figurar. A partir
de las redes sociales ese fenómeno se ha convertido en algunos casos una
enfermedad psicológica y no es cosa menor.
Las preguntas comunes serían ¿Por qué se agudizó el
llamar la atención y de dónde viene? En mercadotecnia todo el conocimiento se
entrelaza para llamar la atención, pero de un producto o de una figura pública
con talentos excepcionales. En realidad cualquier mortal común que busque
llamar la atención podría diagnosticarse con un ligero trastorno o desorden de
la personalidad. En esta línea quiero aclarar que todos tenemos un poco de este
trastorno, pero somos personas funcionales y no dependemos de llamar la
atención.
Las redes sociales y el internet llegaron para incrementar ese
desorden y la propia dependencia a llamar la atención se vuelve una constante
en nuestras relaciones día a día. La sutilidad con la que esos cambios se han
dado los hace casi imperceptibles, pero basta un par de días en solitario para
comenzar a sentir la impetuosa necesidad de relacionarnos como sea y con quién
sea.
El desorden de la personalidad caracterizado por un
patrón de excesiva búsqueda de atención inicia en la edad de los 15 años y
puede agudizarse si no es detectada o tratada. Sin redes sociales un
comportamiento así puede verse en la necesidad de seducir, pensemos en momento
en alguna persona que todo el tiempo busque una relación amorosa o no pueda
estarse quieto o quieta ante las personas de su género contrario.
También
pensemos en un adolescente que por compulsión va sin control cambiando de
escuela, mintiendo o buscando pleito con cualquier persona. Bueno, ok, ese
ejemplo fue muy negativo, pero en positivo sería tomarse una selfie diaria,
conectarse todo el día, con una compulsión por postear y opinar (La Mars). Ok,
tampoco fue muy positivo.
Llamar la atención es algo aceptado a nivel social y
laboral, por ello estas personas encuentran un nicho en las redes sociales y
hasta viven de ello, sin embargo la afectación viene en las relaciones
interpersonales porque se convierten en seres manipuladores, su autoestima es
tan baja que su imagen virtual se desmorona fácilmente en la realidad y al
verse amenazados en esa proyección surgen otros problemas.
En esta cuarentena abundarán esas personalidades,
compartirán información buscando sentirse útiles, harán infinidad (de verdad
infinidad) de Tik Toks, en twitter su narcisismo superará la opinión de los
expertos, en Whats App querrán inundarnos de información que ellos consideran
importante. En la actualidad no podemos huir de todo ello y tampoco somos
expertos en recomendarte qué hacer con esas personalidades, pero sí podemos ubicarlas silenciosamente y saber por qué lo hacen y lo frágiles que son.
A menos que seas una marca o busques apuntar para allá
con un plan estratégico te podemos recomendar tomar esta cuarentena como
aprendizaje para estar solo, esa sensación es para toda la vida y te será
necesaria para ser una persona resilente.
Hasta aquí, nos leemos la próxima semana.
Irais Morales
Social Media Promotwist.
WOOOOOWWW¡¡¡ Realmente cierto, gracias por compartir tan buena reflexión.
ResponderEliminarGracias a ti por leernos :)
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