Es muy difícil crear y hacer que el invento te cuente como
mérito propio. Dicen que no hay nada nuevo escrito bajo el sol y que a lo largo
de los años hemos replicado las mismas ideas.
Tal vez en la antigüedad era más notorio que todo era nuevo,
el espíritu humano era otro y la invención no reclamaba más que la propia
existencia. Puentes, sistemas de drenaje, obras de teatro, bibliotecas,
esculturas, pinturas y cosas de todo tipo fueron herencia de la antigüedad. Hoy
en día la creación reclama autores y reconocimiento pero la propiedad
intelectual o creativa de una idea ya no es nada con la digitalización.
En el internet las ideas son replicadas miles de veces y la
propiedad intelectual se desvanece. Una transmisión en streaming o la replica
de un artículo es muy común, la reclamación de derechos puede parecer ridícula
si tu idea se inserta dentro de la red. Hoy el flujo de información exige que
nadie reclame nada, que se comparta toda aquella originalidad, dejando claro
que la premisa es que el talento es único e irrepetible.
La creación puede no reconocerse, pero al ser auténtica por
si sola tiene la atención de las personas y es imposible de ignorar al autor o
a su obra. Hace poco en México hubo una exposición de Michael Koons, pintor y
escultor estadounidense que hace réplicas de objetos conocidos: un perro de
globo, bailarinas de ballet, un Hulk inflable, pedazos de plastilina y demás.
Todos los objetos ya han sido vistos por nuestros ojos, pero la verdadera obra
del artista ahora consiste en engañarnos, pues la utilización de texturas te
hacen pensar en ligereza, cuando en realidad son objetos que pesan toneladas.
En el internet sucede lo mismo y casi no nos damos cuenta
de lo imperceptible del engaño, casi nada de lo que vemos o percibimos con
nuestros sentidos dentro del internet es original, así que cada que alguien te
reclame que esa idea es suya o que su talento es inventar programas o algo,
puedes manejar esa información con pinzas y darle una buena peinada al
internet, de seguro la réplica está por ahí.
Para evitar caer en reclamos de autor o de derechos es
necesario poner atención en lo que se busca compartir y ser cuidadoso del
impacto, algunas imágenes, textos o enlaces son verdaderas joyas en el internet
y debe reivindicarse al autor o autores, pero sin una adecuada alfabetización
digital cualquiera que tome un curso en marketing puede hacer la pinta de
artista.
El talento es algo único y quién no lo tiene también
sobresale por eso.
Nos leemos la próxima semana.
Irais Morales
Social Media Promotwist.
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