Historias de terror






Hace poco una publicación ilustrativa circulaba por Facebook; ahí se podían observar dibujos que hacían referencia a los procedimientos médicos antiguos. Si bien la ciencia tiene mucho que aportar todavía para los tratamientos de ciertas enfermedades, antes la cura era peor que la enfermedad. 

Un ejemplo de lo anterior fueron las lobotomías, un tratamiento que consistían en introducir sobre la cavidad del lagrimal una pinza que separaba la corteza frontal del resto del cerebro. Este procedimiento se utilizaba para enfermedades como la esquizofrenia o el trastorno bipolar. Aunque la mayoría de las personas sobrevivía nunca volvían a ser las mismas, pues parte de la corteza quedaba realmente dañada.

Otro tratamiento antiguo se dio en el antiguo Egipto, al intentar curar las muelas picadas y básicamente consistía en rebanar ratones, prepararlos con otros ingredientes, hacer una especie de pasta y colocarla sobre la muela picada para extraerla o adormecer el nervio. Todavía la reina Isabel II utilizó este remedio para curar dolor de dientes.

Los escalofriantes tratamientos no pararon hasta la llegada de Louis Pasteur, casi en el siglo XVIII. El científico logró salvar millones de vidas con la invención de la penicilina y la pasteurización. Ambos medicamentos y tratamientos que evitaban la crueldad. La ciencia siguió avanzando y con ella se logró determinar cura para enfermedades sencillas y tratamientos más eficientes para las enfermedades graves. Gracias al avance de los medicamentos, pero sobre todo de los científicos que lo hicieron posible.

Aunque nos cueste trabajo creerlo una de las primeras medidas para mejorar la atención médica, fue tener protocolos bien claros de higiene, con esa simple medida se logró incrementar la mortandad de las personas a un promedio estable de 83 años. Sin embargo la medida se dio a principios del siglo XX  y aún faltan erradicar enfermedades como el SIDA o la hepatitis “C”. 

Aunque esta entrada es solo ilustrativa respecto al comparativo del “como era antes” al “como hemos evolucionado” lo que debe tomarse en cuenta es una evolución de pensamiento respecto a cómo miramos las enfermedades y lo imprescindible que fue separar por un momento nuestro ser espiritual del corpóreo. También es necesario reconocer que esa separación fue necesaria para evolucionar, sin embargo ahora otro factor es tomado en cuenta para la sanación del ser humano, su parte emocional.

En el texto no podemos hacer más que mostrarte algunas de las ilustraciones de aquellos tratamientos médicos pasados para que puedas entender la enorme evolución de pensamiento y médico que hemos tenido. También todo aquello que nos falta para erradicar o entender ciertas enfermedades, pero ahora desde todas las aristas: emocional, psicológica, física y espiritual.


Trepanación de cráneo sin anestencia para tratar epilepsia y esquizofrenia.






Así era la fisioterapia en 1920. Pacientes sanando (sudando) heridas.




Primera cirugía realizada con anestesia (éter) entre 1855 y 1860.


Nos leemos la próxima semana
Irais Morales
Social Media Promotwist

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