México acaba de perder contra la selección de Brasil, otra
vez en el juego de la pelota no hemos sido los más afortunados, aún se ve lejos
una Copa del Mundo para el país, se ve lejos, pero no imposible.
Muchos comentaristas dirán que la defensa, que Rafael
Márquez no estuvo en la cancha, que los jugadores dejaban demasiado espacio
para Brasil y bla, bla, bla. Sin embargo ese es el papel de los comentaristas,
detrás de la selección hay miles de intereses que estorban para formar una
buena selección. Los escritores, especialistas y ex jugadores han dejado ver ciertas
inconformidades que impiden el desarrollo de una mentalidad ganadora, por
ejemplo la compra - venta de jugadores; ellos no tienen la potestad de decidir
a qué club se integran, cuánto será su costo personal, qué partidos juegan
entre otras cosas. Otro de los puntos que impiden la plena autonomía de los
jugadores es el dinero de por medio.
La selección se forma y sostiene a partir
del dinero privado de empresarios y grandes potentados, no hay manera de elegir
técnicas, entrenadores o estrategias que se encuentren fuera de ese círculo.
Son los que ponen el dinero quienes dictan qué entrenador va para la selección
y si no funciona pues bye, bye.
Hemos sido testigos de grandes entrenadores formando a
diversas selecciones mexicanas pero todo se queda en buenos intentos por llegar
a la copa. Son los mismos ex entrenadores quiénes han declarado que tampoco se
explican la falta de garra en las competencias. Muchos y muy buenos
entrenadores han intentado con la selección y suelen ser mancuernas
inservibles. En un tiempo se pedía apostar por entrenadores mexicanos y eso
resulto mucho peor, recordemos al temperamental y ridículo “Piojo” Herrera.
Fue justamente Rafael Márquez y Hugo Sánchez quienes ante
esa falta de pluralidad y participación lograron (a empellones) formar un
sindicato de jugadores y ex jugadores, un contrapeso muy ligero en la balanza
para opinar distinto a un circulo de empresarios.
La critica por parte de escritores, especialistas y ex
jugadores no ha pasado inadvertida, por ejemplo Juan Villoro, un gran
aficionado del futbol afirma que el fútbol mexicano es muy malo, pero que sigue
emocionando a las personas porque los grandes directivos han aprendido a lucrar
con la ilusión y la esperanza de los clubs “Eso es lo que hemos tenido que
aguantar los aficionados mexicanos”. El escritor hace esa critica no sólo
refiriéndose a la selección, sino al fútbol en general.
“El fútbol es un sistema de creencias, mientras más creemos
en un equipo más nos pasamos pensando en lo milagroso. Si eres de un país donde
el fútbol no es muy poderoso, más crees y más posibilidades piensas que se
puede hacer algo en un partido. Una voltereta divina”
En el portal Goal
desplegaron los nombres de los supuestos responsables de la derrota frente a
Brasil. Juan Carlos Osorio (DT), los federativos (El eterno debate sobre
priorizar el aspecto económico sobre el deportivo habría restado competitividad
a lo largo del proceso), los
atacantes (la falta de gol de Raúl Jiménez, Javier Hernández y Oribe Peralta).
Comentarios, análisis, DT, jugadores, arbitraje. Una de las
raíces del soccer tal y como lo conocemos nació en México con el juego de
pelota, otra nace en Londres y ambas mezclas moldearon el deporte tal y como lo
conocemos hoy. En la época prehispánica los hombres se jugaban la vida, somos
poderosos y los maestros en el juego del balón, con menos corrupción pasaremos
a cuartos, a semifinal y final. Con más ahínco la Copa Qatar 2022.
Nos leemos la próxima semana.
Irais Morales
Social Media Promotwist.
Comentarios
Publicar un comentario