Existen días en los
que Silvia no quiere salir ni de su cama, sin embargo, la responsabilidad que
tiene en el trabajo y la falta de excusas hacen que se levante “más a fuerzas
que de ganas”. En el trabajo hay momentos en los que ya no puede dar más,
vacila para terminar proyectos o simplemente se auto sabotea. Esto para muchos
podría parecer un estado de flojera o de irresponsabilidad, sin embargo, ella
no sabe cómo hablar de la depresión con la que vive desde hace más de 2 años,
debido principalmente a la discriminación o los mitos con los que vivimos las
mujeres.
Como ella, “uno de cada cinco trabajadores sufre
depresión y las mujeres son más propensas a desarrollarla”. Muchas de ellas
lo desconocen, o no saben cómo abordarlo, ya que son incomprendidas en su
ámbito laboral. Esto es realmente preocupante debido a que la convivencia en el
trabajo es uno de los factores que determina nuestro bienestar general, porque
es el lugar donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo.
La Organización
Mundial de la Salud (OMS) considera
la salud como bienestar físico, psíquico y social, no solamente como ausencia
de enfermedades, se considera que la salud mental está relacionada con nuestra
forma de vivir, de alimentarnos, de cuidarnos, con la manera en que
experimentamos nuestras relaciones y afectos, con nuestro modo de disfrutar y
de percibir el mundo, de afrontar los problemas y conflictos que conlleva
vivir.
De acuerdo con el
órgano informativo del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, “las
enfermedades mentales son desórdenes en el cerebro que alteran la manera de
pensar y de sentir de la persona afectada, al igual que su estado de ánimo y su
habilidad de relacionarse e identificarse con otros. Son causadas por
desórdenes químicos en el cerebro, las cuales pueden afectar a personas de
cualquier edad, etnicidad, religión o situación económica” (UNAM, 2004).
Del mismo modo, el
impacto de estos problemas se ve reflejado en ausentismo, presentismo,
lesiones/enfermedades, quejas de personal, rotación de personal y/o consecuencias
legales. Por ello ¿Qué podemos hacer para prevenir o tener un espacio laboral
amigable?
Principalmente la
confidencialidad y el apoyo a los empleados, así como la sensibilización a los
temas de salud mental para evitar la estigmatización. Desarrollar un clima
organizacional que promueva el bienestar mental, facilitar el acceso a la
atención, y fortalecer lazos, entre otros.
Finalmente te has
preguntado ¿cómo esta tu salud mental el día de hoy?
Colaboración especial de Lic. Mayra Martínez
Gerente de Recursos Humanos Promotwist
Nos leemos la próxima semana.
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