Esta semana tenemos un blog en donde escribiremos de dos
cosas que parecen ser sinónimos, ya que en el imaginario pensar en tabaco nos
lleva a pensar en el tabaquismo, la acción aguda o crónica de consumir tabaco
de forma abusiva. En esta entrada para empezar narraremos sobre la historia del
tabaco, qué es y cómo se empezó a fumar en América Latina, de ahí narraremos
sobre los problemas del tabaquismo. Empezamos.
El tabaco es un producto agrícola procesado a partir de la planta Nicotiana Tabacum su consumo se da en distintas formas, pero el más común es mediante su combustión. Este mecanismo de consumo y el uso de la planta se tiene registrado desde hace varios milenios y su origen se dio en el Continente Americano, posteriormente se extendió a Europa en el siglo XVI, de ahí al resto del mundo.
La nicotina (planta activa) tiene más de 50 especies que se
clasifican en 4 grupos principales: Nicotiana tabacum, Nicotiana petunoides,
Nicotiana rustica y Nicotiana polidiclia. La especie Nicotiana tabacum, se
puede clasificar de nuevo en cuatro variedades: havanesis, brasilensis,
virgínica y purpúrea, que son el origen de las distintas variedades usadas en
la comercialización. Se utiliza una sola variante de la nicotina para elaborar
los cigarros tal como hoy los conocemos.
Los botánicos afirman que el origen del tabaco fue en Perú
y Ecuador, en la zona andina y que los primeros cultivos se detectaron
alrededor de cinco mil y tres mil años A.C. Además de fumarse, el tabaco se
aspiraba por la nariz como rapé o singada, se masticaba, se comía, se lamía, se
bebía, se untaba sobre el cuerpo, se usaba en gotas en los ojos y se usaba en
enemas. Se usaba en ritos como soplarlo sobre el rostro de guerreros antes de
la lucha, se esparcía en campos antes de sembrar, se ofrecía a los dioses, se
derramaba sobre las mujeres antes de una relación sexual, y tanto hombres como
mujeres lo utilizaba como narcótico.
El tabaco fue exportado a Europa por Jean Nicot quién lo
trasportó a Lisboa en 1560. La planta fue sembrada en tierra europea y su
fructificación se dio exitosamente, sin embargo el uso de sus propiedades
curativas se descubrieron hasta que alivió a un cortesano que padecía
carcinoma. De ahí su fama se extendió a Francia y el resto ya es historia.
Lejos han quedado los usos rituales y medicinales del
tabaco, tras su explotación hoy ni siquiera sabemos qué es realmente lo que se
fuma, pero el registro que se tiene es que el tabaco consumido para propósitos
no curativos ni religiosos es una planta que genera adicción. Fue a partir del
siglo XX donde distintos estudios médicos comprobaron que excederse en su
consumo producía bronquitis, efisema pulmonar, adicción, disminución de la
potencia sexual masculina, cáncer de labio, vegija o esófago, así como alteraciones
en el sistema vascular, ya que la sangre se espesa y es prácticamente imposible
una buena circulación.
A partir de la década de los noventa se empezó a expandir
la cara oculta de años y años de explotación de una planta. Se descubrió que el
tabaco dejó de contener sólo nicotina (su principal ingrediente activo) sino
también otro tipo de sustancias químicas como pesticidas o veneno para ratas en
muy pequeñas proporciones. Durante los noventa se obligó a los propietarios de
las tabacaleras a poner por explícito las sustancias activas que iban mezcladas
con el tabaco, los resultados los vemos hasta el día de hoy en las cajetillas.
Entendamos que satanizar a la planta no es una solución. No
es la naturaleza, es su explotación lo que ha hecho que el tabaco sea
extremadamente perjudicial para tu salud. Si tú eres de los que en lugar de
comer fumas o si estás estresado y tu remedio es ir a fumar, te recomendamos que
atiendas tus problemas antes que la adicción, tal vez no puedas lidiar con la
frustración o tus bases de contención son pocas. Todas las adicciones tienen de
fondo profundidades personales, es por eso que te recomendamos en esta entrada
que revises tus hábitos de fumador.
Si para ti es necesario beber y fumar,
comer y fumar, platicar y fumar, te pronosticamos miles de enfermedades bucales
y pulmonares, además de agregar que el PH de tu cuerpo absorbe el olor del
cigarro y tú aspiras nicotina como en su momento un alcohólico puede oler a
alcohol.
Reduce tu consumo de cigarros y vuelve a honrar lo que por naturaleza
fue hecho para sanarte.
Nos leemos la próxima semana.
Irais Morales
Social Media Promotwist.
Comentarios
Publicar un comentario