Breve
historia: El Día Internacional de la Mujer fue oficializado por la
ONU el 8 de marzo de 1975. Dos años después se convirtió en el Día
Internacional de la Mujer y la Paz Internacional.
Orígenes:
Todo
surge a partir de la Revolución Industrial, en 1857, donde un grupo de
trabajadoras textiles sale a las calles para protestar por las malas
condiciones laborales. Esa fue la primera vez que luchaban públicamente y en
conjunto por sus derechos.
El
episodio determinante: El 25 de marzo de 1911 se incendió la
fábrica de camisas Shirtwaist de Nueva York, donde murieron un total de 123
mujeres y 23 hombres. La mayoría eran jóvenes inmigrantes que tenían entre 14 y
23 años. Con ese incidente se introdujeron nuevas normas laborales y de salud
en Estados Unidos, ya que el informe de los bomberos apunta a una colilla de
cigarro mal apagada que fue depositada en un cubo con restos de tela que no se
había vaciado en meses. Los responsables de la fábrica habrían cerrado las
puertas y los accesos para evitar robos, lo que ocasionó la muerte de las
victimas por negligencia.
Intentos
previos: El 28 de febrero de 1908 Nueva York y Chicago ya habían
acogido oleadas de protestas, movimientos y reconocimientos, ahí se había
proclamado ya el #DíaDeLaMujer. En Europa fue alrededor de 1910 cuando 100
mujeres de distintos países se decidieron a proclamar el “Día Internacional de
la Mujer Trabajadora”, detrás de esa reunión de 1910 había mujeres defensoras
de los derechos humanos.
Derecho
al voto: Con la convención europea en Copenhague de 1910 varias
mujeres europeas comenzaron a exigir su derecho a votar, trabajar, a ocupar
cargos públicos, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.
El
color morado: El color morado es representativo de ese movimiento
porque fue el color que en 1908 utilizaban las sufragistas francesas y en los
60 y 70 las mujeres socialistas
escogieron el morado como símbolo de la lucha feminista, posteriormente se
asoció a la jornada del 8 de marzo.
En la
actualidad: Las mujeres permanecen en una lucha constante
por ser reconocidas como proveedoras, científicas, madres y trabajadoras. Las
mujeres luchan por que su voz no sea la que “debe ser” sino la que es,
respetando su identidad y sus opiniones. La lucha no es fácil porque aún
predomina un patriarcado que coloca a los hombres por encima de ellas
(nosotras). Ni ellos ni nadie está encima de las mujeres, y tampoco las mujeres
están encima de ellos. La lucha ahora no es por el poderío de la mujer, es para
que hombres y mujeres vivan en un mundo lo más justo y equitativo posible.
Ambos son complementos necesarios que debieran trabajar juntos y crear un mundo
donde ninguno de los dos tenga privilegios de nada.
Nos leemos la próxima semana.
Irais Morales
Social Media Promotwist
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