Desde el 26 de diciembre se da
inicio al famoso recalentado, una tradición que se da a partir del exceso de
cena navideña. El recalentado suele ser memeado en las redes sociales porque a
partir de esta fecha hasta las semanas próximas comeremos lo que sobró de la
cena navideña.
Recalentar y recalentar la
cena por semana y media para terminar con lo preparado para un solo día será la
misión de muchas personas; para el 31 de diciembre con la celebración del año
nuevo nuevamente habrá comida para mínimo otra semana, o hasta que se eche a
perder. En México se desperdician 10.4 millones de toneladas al año de comida, pero
¿Qué implica el desperdicio de comida en el país? Lo resumiré, implica un alto
precio en productos de primera necesidad, desabasto, contaminación y una gran
desigualdad alimenticia en el país.
La Organización de las
Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que esas
toneladas desperdiciadas en comida podrían alimentar a 7.4 millones de personas
que viven en pobreza extrema y condiciones alimentarias precarias.
En el 2012 en la sierra
Tarahumara se reportó la noticia de que los indígenas Raramuris se estaban
suicidando porque no tenían suficientes alimentos para subsistir. La crisis e
impacto de esa noticia se agravó con la presencia del narco que impedía que
llegara la ayuda humanitaria. Ese tipo de crisis se derivan del desperdicio de
comida, ya que con las toneladas desperdiciadas se podría alimentar a 14.4
millones de personas de acuerdo con el último reporte de la FAO para
Latinoamérica, en 2016.
México es el tercer país en la
región que más comida desperdicia, le sigue Brasil y en primer lugar Argentina.
Los expertos en el tema aseguran que mientras más se encarezcan los alimentos
más graves puede volverse la crisis. El proceso por el cual se desperdicia más
comida es en el ámbito familiar con un 50% de los alimentos desperdiciados por
desecho de los consumidores y por producción, es decir esos que se quedan como
residuos durante las fases de cosecha y la transformación industrial de los
productos animales.
El resto se desperdicia en
comercialización y distribución -las pérdidas de comerciantes y en supermercados-,
en el procesamiento -en el proceso industrial de los alimentos- y en
almacenamiento - durante las fases de manipulación, almacenamiento, envasado y
transporte-.
"Con los alimentos que se
pierden en la región sólo en términos de venta al por menor - es decir,
supermercados, mercados callejeros, tiendas- y otros puntos de venta al por
menor, más de 30 millones de personas podrían ser alimentadas", se lee en
el estudio de la FAO 2016.
En Francia está penado por ley
que la gente desperdicie comida o residuos orgánicos, en México apenas estamos
aprendiendo a dimensionar que los desperdicios de mi comida pueden ser el
alimento de otros.
Es por eso que en estas
fechas, aunque no te guste comer lo mismo por una semana o más tiempo, te
pedimos que pienses que la comida que tiras o dejas que se eche a perder porque
va a parar a manos de nadie y a contaminar terriblemente el planeta, así que
¡Viva el recalentado!
Nos leemos la próxima semana
Irais Morales
Social Media Promotwist
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