Manejo de las críticas

La crítica puede ser vista como una herramienta importante para mejorar en cualquier aspecto de nuestra vida personal o laboral, sin embargo como arma de doble filo la mayoría de las veces nos cuesta trabajo aceptarlas y procesarlas con el mejor ánimo y actitud. Generalmente, recibimos los juicios como un ataque porque nos sentimos heridos y no los aceptamos de manera asertiva y positiva, generándonos un conflicto interno y con las personas quienes nos los señalan. 



Ante una crítica generalmente actuamos de manera visceral, huimos y contraatacamos pero debemos determinar cuándo ésta ayuda o no a una persona. Cuando la crítica se limita a hacer una observación, generalmente ayuda al individuo y cuando se trata de emitir un juicio, la respuesta es negativa. 

Una crítica nos alcanza cuando tenemos inseguridades, es decir, cuanto menos seguros estemos internamente sobre algún aspecto de nuestra vida o conducta, más vulnerables seremos a la crítica. La prueba de ello es que somos mucho más sensibles en aquellas áreas vitales en las que todavía no hemos desarrollado una completa seguridad.

Ante la crítica no todos reaccionamos igual de la misma manera. Por eso dejamos unos consejos para poder recibir lo mejor de las críticas y evitar las reacciones negativas ante lo que podría ayudarnos. 

1.     Debemos aprender a distinguir a los críticos que no tienen la experiencia o conocimiento suficiente de la situación y que, en lugar de proporcionarnos consejos para superar nuestros puntos débiles, sólo se dedicarán a atacar cualquier característica que nos distinga (aun cuando sea algo positivo).

2.     Escuchemos a los buenos críticos para saber descartar a los mediocres cuando aparezcan en la situación. Una de las características de un buen crítico es que siempre sabe motivar a los individuos que analiza para que sean mejores en la actividad que realizan, y no busca colocarse él mismo en una posición de superioridad señalando los errores del criticado. 

3.     Debemos aprender a esperar las críticas. No podemos pensar vivir en sociedad y esperar que todo el mundo esté de acuerdo con cada cosa que hacemos o decimos. 

4.     Aceptemos las críticas importantes y que nos ofrezcan una posibilidad de mejorar.
5.     No debemos confundir la autoestima con el autoengaño, es decir, una cosa es estar seguro de nuestras cualidades pero si te niegas a aceptar las sugerencias de un crítico reconocido y experto en el área que te interesa, podrás quedar atascado en tu actual nivel de habilidad y no mejorar.

6.     Debemos encontrar formas de mantenernos calmados por dentro, hay que asegurarnos de no tener reacciones emocionales excesivas que nos impidan tomar las críticas en forma positiva. 

7.     Reflexionemos y actuemos a nuestro propio ritmo, es decir, si encontramos en la crítica recibida varios aspectos de nosotros mismos que estamos motivados a mejorar debemos pensar en cómo podemos lograrlo y no apresurarnos.

8.     Encontremos una manera de trabajar con las críticas para articular un plan de respuesta ante ellas. 

9.     Mantengamos nuestra mente abierta ante al privilegio de la crítica, por ejemplo, en lugar de percibir la labor del crítico como un ataque, consideremos un privilegio que alguien se haya tomado el tiempo de interesarse en nuestro trabajo.

10.  Mostremos algo de agradecimiento hacia los críticos que nos han ayudado.




Todos estamos expuestos a las críticas, aumentar la seguridad en nosotros mismos nos ayudará a poder evaluarlas sin verlas como una agresión y a admitirlas para aprender. 

Tania Hernández
Community Manager

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