En un blog anterior, dimos la introducción sobre
la Inteligencia Emocional, dicho término se refiere a la capacidad humana
de sentir, entender, controlar y modificar estados emocionales en uno mismo y
en los demás, no es ahogar las emociones, sino dirigirlas y equilibrarlas para
una mejor convivencia y para el logro de nuestras metas.
Muchas veces nos encontramos personas que, a
nuestro criterio, son personas inteligentes, exitosas, siempre con la mejor
actitud, aquellos que tienen siempre una sonrisa en la cara, pero esto sólo
puede ser superficialmente y en su interior quizás se encuentre estresada,
enojada, triste, deprimida, etc., y lo único que hace es reprimir todos sus
sentimientos.
Las personas emocionalmente inteligentes saben
manejar sus emociones, no las reprimen si no las dirigen a un desahogo sano
para su beneficio y no dejan que éstas las dominen. Tener inteligencia
emocional es mucho más que la capacidad que tiene una persona de sonreír todo
el tiempo, es la actitud que tenemos en nuestra
vida diaria con nuestros problemas y frente a otras personas por ejemplo, “tú
no me haces enojar yo me enojo porque así estoy manejando mis emociones”.
Pero ¿cómo llegamos a ser personas emocionalmente
inteligentes? Aquí te dejamos estos sencillos tips que puedes aplicar en el día
a día, no son complicados, están al alcance de todos y podrán ayudarte mucho:
1. Reconoce tus sentimientos y los de los demás: amplía tu
vocabulario emocional, esto te ayudara a expresar exactamente cómo te sientes y
ponerlo en palabras además, debes aumentar la empatía, saber ponerte en el
lugar de los demás.
2. Expresa correctamente tus emociones: expresa tus
emociones y pensamientos de una manera más honesta contigo mismo y con los
demás.
3. Se fuerte y no te ofendas con facilidad: considera
una personalidad firme y no te tomes demasiado a pecho los comentarios de los
demás.
4. Reconoce cuando te equivocas y rectifica: equivocarse
es de humanos y de todo proceso de aprendizaje, hay que aprender de los errores
y no sentirse víctima.
5. No busques la perfección: la
perfección es una ilusión que lleva a tener expectativas demasiado distorsionadas respecto de la realidad.
6. Cuídate y aprende a tomar conciencia de lo
importante que es la salud: duerme lo suficiente, haz
deporte, aliméntate bien, mantén relaciones sanas, aléjate de los problemas,
busca el bienestar.
7. Enfócate en lo positivo: mantén el
foco en lo positivo de la situación, incluso cuando hay un problema y velo
desde diferentes puntos de vista para encontrarle una solución. Hay que poner
la energía en aquello que creas pueda solucionar el problema.
8. Rodéate de gente alegre y con buenas intenciones: “Dime con
quién andas y te diré quién eres”, por eso hay que relacionarnos con personas
optimistas y energía positiva, esto amentara nuestra visión del mundo con las
mejores vibras.
9. Aprende a decir “No”: es
importante poner límites cuando es necesario y aprender a defender tus valores.
10. Aprecia y valora lo que ya tienes: evalúa
positivamente tu vida, relaciones, trabajo y estatus económico aunque no sea el
que realmente quieres, esto es para no sentirte frustrado por lo que aún no
tienes, mejor enfócate en lo que has avanzado, todo llegará en su momento.
11. No te ancles al pasado: aprende a
cerrar aspectos del pasado, positivos o negativos. Vive en el presente y no te
atormentes por lo que pueda venir en el futuro, esto te provocará menos ansiedad
y estrés.
12. No le temas al cambio: el cambio
forma parte de la vida y negar el cambio es negar la vida misma. Acepta que hay
cosas que no puedes controlar y agradece las oportunidades que te brinda la
vida para cambiar y reinventarte, siempre en un proceso de mejora constante.
13. Conoce tus debilidades y fortalezas: es un
proceso de autoconocimiento profundo para mejorar continuamente.
14. Se productivo, no reactivo: muévete
antes de que la situación lo exija, desarrolla una mentalidad y actitud de
éxito, plantéate planes, estrategias y objetivos y no te resignes a un papel
pasivo en la vida.
15. Se dueño de tu tiempo y decide en qué emplear tus
energías: establecer horarios, planifica tareas, define
objetivos, recuerda que para todo hay tiempo siempre y cuando te organices y no
quieras hacer todo al mismo tiempo.
16. Aprende a autogenerarte en momentos de felicidad: la
felicidad es una forma de ver la vida, genera emociones positivas en ti mismo, la felicidad no está en el
exterior, está en uno mismo así que tenemos el control de generar situaciones
agradables.
Tania Hernández
Community Manager
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